Viajar en barco

Para evitar el mareo, el lugar más propicio en un barco es la parte alta; en los ferrys es mejor acomodarse en la cubierta que sirve de techo al garage que en las de encima.

Dentro de lo anterior: es más probable marearse en proa que en popa.

Además, como el barco tiene balanceos laterales, las butacas que convienen más son las del centro de una línea imaginaria trazada de proa a popa, equidistante de las ventanillas.

La ingestión del fármaco contra el mareo no debe hacerse en el momento de iniciarse la travesía, sino media hora antes.

Se debe beber poco líquido y comer algo sólido (pueden ser frutos secos, pero que no produzcan gases), para que los jugos gástricos se entretengan, evitando los vómitos.

No combatir los efectos del mareo ingiriendo bebidas alcohólicas, porque el malestar orgánico es mayor y al mareo de la travesía habría que agregarle las molestias de una muy penosa resaca doble.

Si nota calor, quítese ropa de abrigo y procure aire fresco, pues el aire acondicionado de invierno, al ser caliente y seco, resulta propicio para causar el mareo.

Mejor sentado que de pie, y mejor aún, acostado.

Cuando sienta usted los primeros síntomas, siéntese cómodamente, retrepado todo lo posible y permanezca con los ojos cerrados.

Agacharse hasta colocar la cabeza por debajo del estómago tiene efectos fulminantes.

Perjudica mucho fijar la mirada en objetos que se mueven: oleaje, pasajeros que deambulan u objetos que oscilen.

Un buen remedio preventivo es leer un libro, periódico o revista; si es interesante acorta la duración de la travesía.

Los niños se marean menos que los adultos, pero no se les debe obligar a estar quietecitos o cogerlos en brazos; con la debida vigilancia, se les debe dejar a su aire, instintivamente cogen las posturas más convenientes.

Otro remedio para el mareo es consumir manzanas.

Deja un comentario